Recordar los momentos más hermosos de tu infancia y te das cuenta de que todo lo que tu viviste es hermoso que  conociste gente maravillosa que jugaste de todo y que lo único en que pensabas era en que ¿vamos a jugar? ¿Qué vamos a ser mañana? ¿Qué nueva cosa voy a aprender? Que si tuviste algo malo lo borraste de tu mente porque así somos de niños no tenemos preocupaciones vivimos el día a día.
Nuestros sueños eran que no lloviera porqué no podíamos salir y si llovía jugamos en los charcos de la calle aunque nuestras mamas nos gritaran preocupadas para que no nos  enfermáramos. Y todo lo que vivimos vale la pena revivirlo en nuestras memorias, porque no hay nada mejor que recordar lo maravilloso que fue nuestra infancia, encontrarnos en estos momentos con unos de mis tantos mejores amigo que tuve y recordáramos lo bien que estábamos de niños y lo  apresurados que estábamos por crecer para ser como nuestros hermanos mayores, nuestros padres o primos que seriamos de grandes era lo que se nos pasaba por la mente de pequeños.
Al recordar lo felices que fuimos de niños recordamos que gracias a esa hermosa etapa en nuestras vidas surgió esa persona que somos hoy en día.

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